Bodegas Tamanca, formamos parte de la Denominación de Origen “LA PALMA”

En Bodegas Tamanca, bodega familiar fundada en 1962 por Don Federico Simón Cruz elaboramos vinos Tintos a partir de las variedades Negramoll, Almuneco, Castellana, Tintilla, Baboso y Batardo cultivados fundamentalmente en suelos de origen volcánico y de forma tradicional rastrera.

Vinos Blancos elaborados con las variedades listan Blanco Bujariego, Albillo, Verdillo, cultivadas de forma tradicional dando origen a vinos caracterizados por su atractivo color, aroma y sabor.

Vinos Dulces, son vinos “naturalmente Dulces” elaborados a partir de las variedades Malvasía, Sabro y Gual sus uvas se dejan sobre madurar sobre las propias cepas obteniendo vinos con gran personalidad y únicos en el mundo.

 

En Bodegas Tamanca nos sentimos muy orgullosos de formar parte de la Denominación de Origen “LA PALMA”

 

“Vinos de La Palma, Vinos con Historia”.

Las primeras cepas se cree que llegaron a la Palma sobre 1.505, a manos de los conquistadores y posteriores colonizadores de la isla, que para sentirse a gusto en la nueva tierra en la que pensaban echar raíces, trajeron de sus lugares de origen los cultivos y variedades que formaban parte de su vida. La variada procedencia de éstos, así como el aislamiento al que La Palma estuvo sometida en tiempos pasados, dio lugar a una riqueza varietal inigualable en otras zonas.

Variedades ancestrales, prefiloxéricas, de cepas viejas, en pie franco sobre suelos volcánicos cultivadas a distintas cotas de altitud, desde los 200 hasta los 1.400 metros sobre el nivel del mar, en un clima Atlántico con influencia de los vientos Alisios.

 

Con el comienzo del cultivo de la platanera en las zonas costeras de la isla a mediados de los años cincuenta del siglo pasado, muchos terrenos de viñedos se sorribaron para transformarlos a plataneras. Es a partir de la creación de la Denominación de Origen “LA PALMA”, cuando el sector vitivinícola insular experimenta una importante transformación; se recuperan viñas y variedades, se realizan nuevas plantaciones, se incrementa el número de bodegas y el vino comienza a conocerse fuera de la isla gracias a los importantes premios obtenidos en concursos nacionales e internacionales.

¿Sabías que… Consumir vinos de La Palma ayuda a mantener el paisaje de la islabonita?

El viñedo genera efectos positivos (no retribuidos) a terceros. Se trata de externalidades positivas como efecto cortafuegos, aportación de valor paisajístico y cultural, fijación de la población en zonas con riesgo de abandono, fijación de CO2, protección contra la erosión, efecto corredor y refugio de fauna y en determinadas ocasiones, preservación de especies vegetales únicas como es el caso de la variedad de Sabro, cuyo análisis molecular revela que no se conoce en ninguna otra parte del mundo.

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